SE SABÍA QUE PASARÍA

Pues bueno, aquí estoy tiempo después y ya con 16. ¿Y qué? Estancada en el mismo puto peso, igual de sola y con todos los examenes finales a la vista.

Me da vergüenza salir a la calle, lo juro. Ya no puedo más. Me miro y aunque haya bajado de peso no puedo evitar verme peor que hace un año. Y esto es lo malo, bajar de peso o mantenerlo y verte cada vez más y más gorda. No entiendo por qué no puedo verme bien de una vez. Simplemente pido mirarme y no llorar. Ya ni siquiera pido un cuerpo de escándalo, no soy una niña pija que quiere tener un cuerpazo para ligarse al cachas de la playa. No quiero ser delgada. Bueno, sí, quiero ser delgada. Pero no es esa mi principal meta. Si no lo consigo no moriré, ni me mataré. Simplemente quiero mirarme y poder salir a la calle sin estar pensando en que todos me van a ver y van a estar pensando en lo gorda que estoy. 

Es cierto que me sobran unos kilos, pero no tengo sobrepeso. No entiendo por qué cojones me veo como si pesara unos 80kg. Sigo teniendo miedo de subirme en una silla y que se rompa. Es como que mi cabeza no entiende que no es para tanto, que no soy un elefante. Y lo malo o bueno es que soy consciente. Sé qué no siento las cosas como son. Yo sé que no estoy tan mal, sé que no soy perfecta tampoco. Pero no puedo evitar sentir que soy gorda. Porque no pienso que soy gorda, simplemente lo siento. 

Siento escribir así, de corridas y mal humorada. Pero chicas, estoy harta. No pido ya bajar 20kg, que ojalá. Pido bajar 5kg y estar sana. Y no digo físicamente, digo mentalmente. Quiero reír y disfrutar de ir a la playa o de dar simplemente una vuelta a la manzana. Porque ¿cuántas no nos miramos en el reflejo de cada portal? Es como una tortura.

Ya ni pienso proponerme dietas ni nada. Porque estoy acabada. Da igual lo que haga. Siempre estoy a contracorriente. Si ayuno o vómito voy en contra de mi cerebro. Si como voy en contra de mis sentimientos. Me estoy destrozando poco a poco y ya no sé cómo pararlo.